A falta de competencia, voluntad

¿Qué sé hacer yo?

Tras años de experiencia en multitud de tareas y de aprendizajes a mis 38 años me cuestiono ¿que sé hacer yo?, entonces divago esto, aquello, lo otro, ¿pero qué nivel de habilidad poseo en cada competencia?

Las competencias adquiridas son muchas pero la gran mayoría las he desarrollado a nivel amateur repitiendo  acciones que no aportan nada a incrementar el nivel de competencia y las importantes las adquirí cuando era un niño.
Desde entonces, como un robot programado, sin consciencia, no he dejado de hacer exactamente lo mismo, días tras día, y cuando he hecho algo nuevo no he puesto la voluntad requerida para disfrutar de un nuevo reto de aprendizaje.

Desde este punto, donde creo nos encontramos una gran mayoría, podemos seguir haciendo lo mismo, sin aprender nada nuevo a un nivel lo suficientemente relevante, o ponerse manos a la obra y centrarnos en aprender y no parar de crecer.

¿Cómo adquiero una competencia a un nivel adecuado?

La adquisición de una competencia la obtenemos, principalmente, a través de la voluntad y del esfuerzo. El tiempo que dedicamos a una competencia es esencial y debemos centrarnos en un aprendizaje activo y consciente. La repetición sin conciencia no cuenta a la hora de obtener maestría. Cinco años de experiencia no es lo mismo que cinco años de experiencia repetidos cinco veces. Si haces durante cinco años todos los días lo mismo y únicamente te costó un día en aprender lo que haces cada día, únicamente tienes un día de experiencia y cinco años perdidos.

Hay una correlación bastante precisa entre dedicación y grado de competencia, de manera que, cuanto mayor tiempo se dedica a una competencia mayor adquisición de maestría en esa competencia. Esta sería una escala en función de la dedicación:

(0–299) horas           Principiante. Conocimiento o habilidades que cualquier persona razonablemente inteligente posee               

(300–999) horas       Aprendiz. Posee habilidades pero no se le puede confiar trabajo de forma independiente             

(1000–2999) horas   Oficial. Competente técnicamente, capaz de realizar tareas rutinarias de forma independiente.             

(3000–9999) horas   Maestro. Competente y capaz de realizar casi cualquier tarea.             

(10000–29000) horas Experto. Competencia superior, capaz de realizar trabajo originales

(+30.000) horas        Genio. Competencia legendaria, capaz de realizar trabajos extraordinarios y originales 

Como se observa en la tabla para pasar de un nivel de competencia a otro se requiere cada vez mayor cantidad de dedicación y esfuerzo. No  todo el esfuerzo es el mismo y no todo el mundo aprende al mismo ritmo, no obstante, todos nosotros, independientemente de nuestras capacidades, debemos dedicar mayor nivel de esfuerzo para pasar de cada nivel. 1) Proceso de copiar =  Principiante; 2) Proceso de comparar = Aprendiz; 3) Proceso de compilar/reunir = Oficial; 4)Proceso de automatizar = Maestro; 5) Proceso de coordinar = Experto; 6)Proceso de creación = Genio.

Una vez nos dotamos de las herramienta básicas y aprendemos a sobrevivir con ellas nos aferramos a la ley del  mínimo esfuerzo y nos resistimos a seguir creciendo. En los nuevos aprendizajes que adquirimos nos esforzamos hasta los primeros niveles. Con el tiempo, en muchas ocasiones nos sentimos vacíos en conocimientos y experiencias.

Para adquirir una competencia y tomar consciencia de ella tenemos que estar centrados en lo que hacemos, alcanzar un nivel óptimo en la competencia y utilizar transversalmente lo aprendido para aprender otra.

No todos podemos ser genios, pero si podemos ser maestros en muchas competencias.