miércoles, 9 de diciembre de 2015

Comunicación no verbal. El movimiento de los ojos

 "Los ojos, sin hablar, confiesan los secretos del corazón" San Jerónimo



El éxito de los emoticonos en los mensajes de texto muestra la necesidad que tenemos de transmitir emociones cuando nos comunicamos.




Somos capaces de percibir el lenguaje no verbal, percibimos los sentimientos y emociones de nuestros interlocutores, pero nos cuesta muchísimo estar atentos de forma consciente a interpretar el lenguaje no verbal. No esta bien visto que miremos atentamente los gestos, posición de los ojos, si se dilatan, etc, e intentamos apartar la mirada y mirar a los ojos cada cierto tiempo para mostrar respeto e interés y no profundizar en sentimientos.




Los primeros mensajes de una persona son no verbales: gestos, sonrisas, sonidos, miradas intercambiadas entre la madre y el hijo...Será más tarde, cuando debido a la importancia que se le da a la lengua escrita y hablada, la educación hará que este medio de comunicación pase a segundo plano.

La comunicación no verbal adquiere importancia porque las palabras tienen limitaciones -es difícil explicar la forma de algo o dar direcciones sin utilizar gestos- y porque el lenguaje no verbal es más poderoso para expresar sentimientos y más genuino. El lenguaje no verbal funciona a pesar de que no seamos conscientes de él, de modo que no podemos evitar usarlo en todo momento. El lenguaje no verbal nos informa acerca de nuestra relación con quien nos comunicamos y puede contradecir nuestras palabras, es en ese caso que el lenguaje no verbal prevalece sobre el verbal y anula lo que hemos dicho.


El movimiento de los ojos
La posición de los ojos es fundamental para descubrir realmente si una persona está recordando o construyendo un pensamiento. El hemisferio izquierdo es el que activamos cuando procesamos recuerdos y nuestros ojos se dirigen hacia este hemisferio cuando intente recordar algo. Si mira hacia arriba accede a un recuerdo visual, si lo hace en una posición centrada accede a recuerdos auditivos y cuando lo hace dirigiendo sus ojos hacia abajo lo hace desde el sentimiento. Cuando construimos pensamientos utilizamos el hemisferio derecho y por eso nuestros ojos se dirigen hacia este hemisferio derecho cuando construimos pensamientos. Estos movimientos suelen ser previos como si fueran los ojos quienes dieran la orden o abriesen la puerta a estos pensamientos. 

A la hora de comunicarnos con otra persona será mas fácil conectar con ella si sabemos cual es el proceso interior sobre un tema concreto cuando se comunica contigo. Un uso de los movimientos oculares se basa en adaptar tu discurso al tipo de “cerebro” que te está escuchando.  A una persona que mire mucho hacia su izquierda, le convencerán más los datos y argumentos racionales.  Quien mira más hacia su derecha, necesita que le hables en términos y analogías. En pocas palabras,  a una le hablas de el ahorro anual adquiriendo una semana de vacaciones,  y a la otra la convences haciendo que se imagine a su familia en esa playa.  Por ejemplo, para vender un coche a una persona le podemos sugerir que se vea conduciendo el coche que le propones, que escuche el ruido del motor y que dirán sus amigos de él o que le expliques lo bien que se sentirá conduciéndolo o lo seguro que se sentirá en él. 

Cada uno de nosotros somos mas visuales, auditivos o kinestesicos y en el procesamiento de la información conectamos mejor en la construcción y recuerdo de pensamientos a través de uno de estos canales.

Ajunto vídeo de ejemplo indicando la relación existente entre la posición de los ojos y lo que pensamos. 

Alguna personas acceden a recuerdos activando su hemisferio cerebral derecho y construye pensamientos accediendo a su hemisferio izquierdo, por lo que hay que tener mucho cuidado con la generalización en estos procesos.  

Todos sabemos leer el lenguaje no verbal, no obstante se ha de prestar atención para adquirir destreza. Adjunto un vídeo sobre unas entrevistas para practicarlo, si lo reproduces a una velocidad 0,5 se ve mucho mas claro las distintas posiciones de los ojos.



La primera persona entrevistada esta construyendo sus respuestas sin visualizar recuerdos. La segunda entrevistada accede a sus recuerdos visuales y auditivos antes de responder a las preguntas. No sabemos realmente si son sinceras o no lo son, lo que si sabemos es cuando acceden a sus recuerdos y cuando construyen pensamientos justo antes de responder. No obstante, sería necesario conocer a la persona para tener información del movimiento base de sus ojos para luego determinar variaciones significativas, es decir realizar una batería de preguntas de control. 

Las claves de acceso ocular son una forma de determinar la estrategia (secuencia de pasos mentales) que una persona lleva acabo en su mente mientras se comunica (incluso intrapersonalmente).

Por ejemplo: Una persona podría mover sus ojos en sentido DIÁLOGO INTERNO (Abajo Izquierda) si le preguntas "DE QUÉ COLOR ESTÁN PINTADAS LA PAREDES DE TU CUARTO?". Y entonces te preguntas: "cómo es que mueve los ojos hacia abajo si estoy realizando una pregunta que "debería" hacer que se generen imágenes en su cabeza, y entonces sus ojos más bien deberían moverse hacia arriba?" La respuesta es sencilla: Algunas personas, cuando le haces una pregunta, el primer paso que llevan a cabo después que escuchan la pregunta es REPETÍRSELA MENTALMENTE, y luego acceder la representación mental de la imagen que evocan las palabras en la referida pregunta.




La dilatación de las pupilas
La pupila es el orificio situado en la parte central del iris  dilatable y contráctil, aparentemente de color negro que tiene la función de regular la cantidad de luz que le llega a la retina, en la parte posterior del ojo. El tamaño de la pupila está controlado por dos músculos: el esfínter de la pupila que la cierra y el músculo dilatador de la pupila que la abre. Su diámetro es de entre 3 y 4,5 milímetros. En la oscuridad puede llegar a ensancharse hasta los 5 a 9 mm. Existe una considerable variación en el tamaño máximo de la pupila entre diferentes personas.

Las pupilas con la luz se contraen hasta el tamaño de la cabeza de un alfiler (unos dos milímetros) y con la oscuridad se ensanchan hasta cuatro veces este diámetro. 

Sin embargo, las pupilas no sólo se ven afectadas por la luz, también se dilatan y contraen por otros factores:

- Cuando estamos muy centrados en una tarea que requiere prácticamente de toda nuestra atención para llevarla a cabo, nuestras pupilas se expanden. Así, cuando el cerebro está funcionando al 100% las pupilas se dilatan. Segundo a segundo las pupilas se dilatan en función de la tarea que realizamos, sin embargo, cuando la tarea sobrepasa nuestra capacidad de procesar información la pupila deja de dilatarse o incluso se contrae. Por ello en función de la tarea y la dilatación de las pupilas de una persona podemos valorar que capacidad tiene para procesar información y de resolver problemas complicados, e incluso si está en reposo.

- Cuando observamos algo que es de nuestro interés o que nos atrae nuestras pupilas se dilatan. Cuando alguien se entusiasma, las pupilas pueden llegar a dilatarse hasta tres veces más de su tamaño normal. También se dilatan las pupilas cuando una persona tiene atracción, excitación o deseo sexual por otra. Por el contrario, las pupilas se contraen cuando observamos algo que rechazamos, nos desagrada o cuando alguien está de mal humor, enfadado, triste o tiene una actitud negativa.

Estar atentos a los movimientos de las pupilas en la comunicación tiene gran importancia. No podemos controlar los movimientos de los músculos que controlan el movimiento de las pupilas de forma consciente y proporciona información fiel  sobre lo que nos interesa, atrae, gusta, rechazamos, etc. 


El contacto ocular en la comunicación

El contacto ocular consiste en la mirada que una persona dirige a la mirada de otra persona. 

El contacto ocular trata sobre la frecuencia con la que miramos al otro y del mantenimiento de la mirada.

1).- La frecuencia con la que miramos al otro constituye un indicador de interés, agrado o sinceridad. La evitación de la mirada o el mirar a los otros sólo de forma fugaz y ocasional impide recibir retroalimentación, reduce la credibilidad del emisor y da lugar a que se atribuyan a éste características negativas.

2).- El mantenimiento de la mirada se refiere a cuánto tiempo prolongamos el contacto de nuestra mirada con la de la otra persona. Mientras algunas personas nos hacen sentir cómodos cuando nos miran, otras pueden hacernos sentir molestos y algunas incluso no merecer nuestra confianza. Eso está relacionado con la duración de la mirada. Cuando una mirada es deshonesta o trata de ocultar algo, su mirada se enfrenta a la nuestra durante menos de la tercera parte del tiempo. Cuando alguien sostiene la mirada durante más de las dos terceras partes del tiempo significa o bien que encuentra al interlocutor atractivo e interesante y, en ese caso dilataría también sus pupilas, o bien que siente hostilidad y nos está enviando una mirada de desafío y amenaza que en este caso irí¬a acompañada de una contracción de sus pupilas. 

Para entablar una buena relación con otra persona en nuestra cultura se  debe mirar del 60 al 70 por ciento del tiempo. Esto hará que esa persona comience a sentir simpatía por la otra. Esta es la razón por la que, a veces, las personas tímidas y nerviosas que suelen mirar muy poco a la otra persona reflejan desconfianza en los demás. No obstante, debemos tener en cuenta que la duración de la mirada está condicionada por la cultura. 

Lo que está claro es que los ojos son, sin duda, el reflejo del alma y conocer sus principales características y saber captar su significado nos puede ser de gran ayuda para conocer más y mejor a las demás personas. 

Un estudio que se hizo con jugadores de póquer mostró que pocas manos eran ganadas por los mejores cuando sus rivales usaban gafas oscuras. En cambio, si no se utilizaban y un rival recibía un póquer de ases, la dilatación inmediata de su pupila era detectada por los buenos jugadores, quienes decidí¬an entonces no apostar en la mano. También se dice que los antiguos comerciantes chinos de piedras preciosas observaban la dilatación de las pupilas de los clientes y según ésta, fijaban los precios.

Este es el primer post sobre lenguaje no verbal, espero os haya sido útil!

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